Cafetería Cíes

Cíes, más allá de la barra de un bar
www.cafeteriacies.com/
944 90 04 67

CAFETERÍA CÍES es un nuevo caso dentro del Proyecto de Inguralde “Protagonistas". Personas y Empresas que aprenden y avanzan, que con sus ideas y sus proyectos contribuyen a hacer de Barakaldo una Ciudad para vivir y trabajar.

Situada en frente del Hospital de Cruces, Cíes es una cafetería de esas que la gente dice que siempre están llenas, y es que, el cliente sabe apreciar dónde sí y dónde no. En la cafetería Cíes esto no ocurre por casualidad, la calidad e innovación en servicio y producto hacen de este local una seña de identidad.  

Al timón de este barco está Javier, el alma del negocio, un hombre que podría haberse dedicado a cualquier otra cosa, porque su sentido de la responsabilidad y saber hacer le hubieran conducido al éxito seguro, como ha ocurrido con su cafetería.  

LA TRAYECTORIA de esta cafetería tiene un largo currículum, la familia de Javier no se fijó en el local porque viese un negocio en marcha en esa localización, esta era una lonja vacía y desde que se vistió para ser Cíes no ha dejado de serlo. 

Javier, el mayor de 3 hermanos, según dice él nació en un bar, desde 1967 sus padres regentaban un negocio en el que desde muy pequeño aprendió que esta profesión es dura y no hay medias tintas: si quieres hacerlo bien tienes que dejarte la piel.  

Seguramente sus padres hubiesen preferido que se dedicara a la profesión para la que estudió: maestro químico, pero en 1983, como alternativa a sus estudios y mientras se situaba tras volver de la mili, decidió montar el bar. Actualmente lleva casi 40 años detrás de la barra. 

A los pocos años de empezar Javier ya lo vio claro, habló con su familia para tomar las riendas del negocio en solitario adquiriendo así el local y es que, desde muy joven demostró tener madera de empresario, a lo que hay que añadir todo lo aprendido en cuanto a gerencia al lado de su familia.

En un principio pensó en trabajar en un horario donde las copas y la música tuvieran cabida, pero pronto ganaron prioridad la demanda de la clientela, y el mantener una calidad de vida.  Así es como poco a poco el horario de día se impuso en su jornada laboral. Según cuenta Javier: “la noche no la trabajamos, me quedan dos años para la jubilación anticipada y busco una calidad de vida e intento dignificar la profesión, además tengo que cerrar un día y he elegido el domingo, pensando no solo en mí, sino también en mi plantilla”.  

Es entonces cuando su oferta se centra, principalmente, en un buen café con pintxo y un servicio de tapas, donde el pulpo es el rey, teniendo en cuenta el tipo de público al que se dirige y lo que éste demanda. En palabras de Javier: “tenemos la suerte de que repartimos el negocio entre clientes del barrio y del hospital, ya sean profesionales, visitas, pacientes…”  

CAPACIDAD DE OBSERVACIÓN Y AMBICIÓN DE MEJORA

Javier siempre ha sabido que el esfuerzo tiene recompensa, de esta forma se ha mantenido preocupado por mejorar en la gestión e innovar en el servicio. Una de sus grandes cualidades: la capacidad de observación le ha hecho estar atento a la competencia, a las necesidades del mercado y a la demanda de la clientela.

Su actitud de empresario observador le ha ido sugiriendo cambios en el servicio que su público podría apreciar, así pasó de ser una cafetería en la que, además de que el café, el pincho o las tapas no fallaban en agradar al cliente, a tener un excelente menú de día y servicio de catering.

Además, a esta actitud empresarial hay que añadir la capacidad de empatía y saber escuchar, valores que son primordiales en el personal de Cíes. Javier sabe que, en hostelería, una de las tareas más importantes del empresario es elegir un buen equipo de trabajo, porque entre los clientes del barrio y los que surgen a través del hospital se genera mucha confianza y complicidad. Los clientes son parte de la familia Cíes.

Nos cuenta Javier: “uno de mis lemas es -yo no vendo para hoy sino para mañana-, me llena de orgullo que el cliente elija mi bar entre los 100 que hay en la zona”.

Javier siempre ha mantenido la ilusión por renovar y modernizar la cafetería, ya desde sus inicios vio la necesidad de realizar una innovación en el negocio de forma periódica, cada dos o tres años invierte y todo esto repercute en la mejora del negocio.  Javier nos cuenta: “veo que es una inversión que rentabilizo”.

Que la unión hace la fuerza lo han sabido en Cíes desde sus orígenes, Javier ha mantenido este espíritu durante 20 años, desde que su familia lo inició en los años 70, formando parte de la primera asociación de Comercio y Hostelería en Barakaldo.

INVERTIR ES APOSTAR POR EL FUTURO

Pero fue en 2013, debido a su ambición por mejorar, cuando la CAFETERÍA CIES da un giro con una inversión importante en imagen (ampliación a terraza), plantilla (llegando en la actualidad a 6 empleados incluido Javier) e infraestructura (tanto en reforma del local, como en maquinaria de cocina, horno, plancha neveras, congeladores…). A esto se suma la inversión en formación, dedicando ese mismo año parte de su tiempo al curso RENOVA- GESTIÓN, que realizó de la mano de Inguralde, programa que incluía formación y asesoramiento profesional individualizado. 

A consecuencia de todo esto introduce una nueva línea de negocio con el menú de día y el servicio de catering.

Adaptarse a los tiempos siempre ha sido importante para Javier, por eso pone en manos de profesionales la imagen WEB. Aunque internet no le obsesiona, ve cómo le recomiendan sus clientes y le llena de orgullo. Esto hace que la gestión esté integrada desde el principio con su imagen en el entorno digital. 

En 2019 también de la mano de Inguralde hace el curso EKO-COMMERCE que le lleva a una gestión eficiente de equipos y maquinaria en la cafetería.

Actualmente está planificando su JUBILACIÓN, pero antes hará una nueva inversión en la instalación para hacer así una mejor trasmisión del negocio, aunque, como apunta Javier: “además de una línea de producto y servicio profesional consolidado, a la hora de traspasar CÍES mi punto fuerte es mi fondo de comercio”. Toda la clientela que Cíes lleva en la mochila es su gran riqueza.

En definitiva, en Cíes se afanan a diario por conseguir la fidelidad de los clientes. La atmósfera y la propuesta culinaria van de la mano, hablan el mismo lenguaje, todo suma para que la experiencia sea lo más placentera posible. 

 

Publicado:  Marzo 2020

SUBIR